Qué dicen de nosotros

Hay una trampa, en este país por lo menos. La gran masa trabajadora tiene bajo grado de formación, se carece de paz y orden social, de redes de transporte y comunicación, de sistemas legales eficaces, etc.

Y, sobre todo, se enquistó un sistema político demagógico que quedó petrificado en el fascismo, por el cual se consigue el voto de la mayoría concediendo regalías al sindicalismo.
En este país todavía se están discutiendo argumentos de la primera mitad del siglo XX, a casi 70 años de distancia.

Dada esta circunstancia, no somos ni una cosa ni la otra, y estamos socialmente empantanados.

El mundo tecnológico sigue tentándonos con sus juguetes, y nosotros, que estamos conectados con el mundo, nos dejamos tentar sin espíritu reflexivo.

No tenemos conciencia entre lo que queremos y lo que podemos, y es ahí donde se saltan los límites éticos, para obtener ilegítimamente lo que no es posible conseguir legalmente.

Dice el ex presidente de Uruguay, José Mujica, que los argentinos somos delincuentes.